El reloj

"Se encontraba en un pequeño claro del bosque, su lugar favorito. Iba allí siempre que necesitaba escapar de la ajetreada vida en casa, con sus adultos y sus problemas.

Sus pasos en el suelo recubierto de flores y hojas secas eran ágiles y silenciosos; sin embargo hoy iba distraída y tuvo que apartar sus pie con rapidez antes de aplastar lo que al parecer era un pequeño objeto que se había interpuesto en su camino.

Miró hacia el suelo para descubrir qué era y vio un pequeño reloj, como de bolsillo, abierto, reflejando la luz del sol de la tarde.

Con sus delicados dedos a modo de pinzas, tiró con suavidad de la cadena y la alzó hasta que el reloj quedó a la altura de sus ojos.

Estaba parado, a las cinco menos cinco minutos y treinta segundos.

Se puso de puntillas y alcanzó a ver la hora que marcaba el reloj del campanario. Las cinco en punto.

Dirigió de nuevo su vista al reloj y lo agarró con su mano libre, y lo notó cálido. Como si alguien lo hubiera dejado caer allí y se hubiera ido sin más.

Se quedó muy quieta esperando oír los pasos del dueño del diminuto reloj, al cual aferraba entre sus manos.
Sin embargo, todo lo que oyó fue un tic-tac que afloraba de entre sus dedos.

Abrió las manos sonriendo: el reloj estaba en marcha de nuevo."

¡Gracias por leer mis estupideces!