Despertar

¿Es posible que exista algo después de la muerte? ¿Llevo tanto tiempo equivocada?
No.
Me noto respirar.
No puede ser.
No quiero abrir los ojos.
¿Por qué respiro?
Todo ha sido para nada.
Cierro con más fuerza los ojos y noto una lágrima resbalar de mi ojo a mi oreja.
Tras mis párpados noto que hay una fuerte luz. No quiero verla. Estoy respirando, no es el cielo.

Me costó conseguirlo. Me sentía tan feliz... Se iba a acabar todo. Ya no tendría que seguir soportándolo.
Lo recuerdo. Una sombra borrosa entró en la habitación. Yo sonreía y le decía adiós con la mano. Por fin no nos volveríamos a ver. Iba a ser libre de mí misma.
Quería ponerme en pie y abrazar a la sombra por la dicha que sentía, pero mis rodillas fallaron y caí al suelo aún sonriendo.
Ante mis ojos se abría paso un oscuro riachuelo. Por la base era mucho más ancho, pero no alcancé a ver el origen. Era tan hermoso...
Rojo, era rojo.
Lloré de felicidad. Dejé que mi mente fluyera con el río hasta que noté que mis ojos se cerraban. Pronto no habría vuelta atrás...
Pero la hubo. No quiero abrir los ojos nunca.

Oigo mi nombre. Me preguntan si estoy despierta. Sin abrir los ojos, asiento. Quiero ocultar la cara, pero estoy inmovilizada.
No tendré más oportunidades.
Ahora que no ha habido fin sí que se ha acabado todo.

¡Gracias por leer mis estupideces!