Raíces, sueños, y pensamientos varios

Ya en casa, siento como si todo fuera un sueño.
Lo que pasó y lo que pasa, mi vida fuera y mi vida aquí.
Estoy en el punto en el que aún no crees que has vuelto y aún así parece que nunca te hubieras marchado. Como eso, un sueño semi-borroso en el que el tiempo no existe. Es sólo un concepto extraño y empañado creado por el ser humano, una irrealidad abstracta que quiere darse forma en un reloj.

Hoy me creo que es verdad eso de que la vida es sueño.
El simple hecho de estar aquí me llena de energía, y y
a las sensaciones de desánimo y cansancio que aguaban mis últimos días allá lejos -y digo lejos, porque ahora todo me pinta lejos- parecen manchas de tinta en una vieja carta -de esas de papel que se usaban antes.
Supongo que ya me siento en mi sitio, no como un gato callejero que no tiene mucho que deber a una ciudad que no quiere darle sitio.
Supongo que es lo que tiene echar raíces.
También me pregunto hasta qué punto encuentro mi hogar aquí por haber crecido en este sitio y hasta qué punto es porque coincide con mi manera de ser.
Quiero decir ¿Hasta qué punto es el medio el que nos hace como somos? ¿Hasta qué punto influyen las circunstancias en nuestra manera de ser? ¿Hasta qué punto transforma el exterior nuestra manera de enfrentarnos a las cosas?
José Ortega y Gasset dijo: "Yo soy yo y mis circunstancias".
Creo que es una buena manera de simplificar lo que creo, que nuestra forma de ser no sólo está condicionada por el exterior, ya que somos nosotros quienes nos enfrentamos a los factores externos.
Pero siempre -o al menos desde que tengo uso de razón y me lo planteé- he querido saber hasta qué punto influye cada cosa.
Supongo que es una de esas preguntas que nunca sabré con exactitud su respuesta, ya que puede que dependa de cada una de las personas, que varíe.

Y además porque veo difícil que me puedan dar una solución exacta que pueda creer. Ahora mismo, el cerebro y la mente humana son un misterio en su mayoría.
Aún así, no puedo evitar indagar en estas cosas en ese tipo de momentos en los que mi mente decide tomarse unas vacaciones por sí sola y viajar entre preguntas existenciales de estas a las que nunca encuentro una respuesta concreta. 
Sin embargo, ¿no es verdad que de lo que hay que disfrutar es del viaje, de la "Odisea" y no sólo de "Ítaca"?

2 comentarios:

  1. Bienvenida al pedazo de tierra flotante.
    En cuanto a lo que dices acerca del entorno y el "yo", influye en tu forma de ser el entorno en muchos aspectos, hasta el clima predominante del lugar afecta a tu humor y tu energía, el lugar donde vives, tu casa, sus colores, olores, personas que te rodean, tipo de vecinos, y un eterno etcétera... Todo lo que hay a tu alrededor influye en el desarrollo de tu historia.

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  2. ¡Gracias!
    Estoy muy de acuerdo. Es increíble lo que afecta todo el entorno. Aún me estoy acostumbrando a la idea de que no volveré a vivir fuera hasta unos meses, y veo la isla casi como si la viera por primera vez y a la par como si no me hubiera ido... Cada vez que vuelvo, esta isla me gusta más.
    ¡Muchas gracias por comentar, abrazos!

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¡Gracias por leer mis estupideces!