¡Despierta!

Estoy harta de esta pasividad social casi contagiosa. El mundo va fatal, y todos tan tranquilos.
En días como hoy, sólo me apetece tomar las calles y hacer algo. Algo que sirva. Protestar y remover conciencias, hacer entender a la masa que lo que se ve en las noticias no sólo es una mínima parte de lo que sucede en realidad, sino que es REAL, que no es simplemente una imagen en nuestros televisores que está tan lejos de nosotros y que no nos afecta.
Que no debemos, que no podemos desentendernos, que si no somos parte de la solución estamos siendo parte del problema.
¡Qué impotencia más grande! Y yo aquí, escribiendo. Cada segundo que paso sin hacer algo me parece un desperdicio.
En esta sociedad parece que estamos atolondrados.
Lo que no da un resultado inmediato no se aprecia, así que no hacemos nada. No cambiamos nada.
Y eso es lo que falta. ¡Faltan ganas de cambiar el mundo! ¡Falta sangre en las venas! ¿Qué nos pasa?
Todas las generaciones babeando frente a la tele, y el mundo se nos va al garete. ¿Dónde han quedado las ganas de luchar? ¿Dónde el apoyo del pueblo al pueblo? ¿Dónde?
Fijamos la vista en la propia nariz y olvidamos que hay algo más allá de nosotros mismos.
Luego nos da "penita" la pequeña parte de información que nos llega por el telediario acerca de las guerras, el hambre, la contaminación, ... Y a cambiar de canal, que no pasa nada, que está la Esteban en el otro canal.
Y luego están las ONGs -no todas- que se estafan, como mínimo, la mitad de lo que sacan haciendo sentir culpable a la gente. Se aprovechan de las ganas de mejorar el mundo, o al menos, de las conciencias de alguna gente. Hay que ser cabrones.
Y así seguimos, con los ojos entrecerrados, sin querer mirar a lo evidente.
Todos víctimas sin poner oposición de lobotomías sociales.
Y hablo de "nosotros" porque en el fondo ¡nos afecta a todos! Aunque no queramos, aunque nos neguemos. Así es, nos afecta, nos aliena.
Sólo pido a quien lea esto que recupere algo de su sangre, algo de fuerza, de opinión, de ganas de luchar y de cambiar las cosas. Y que no abandone, aunque la cosa esté para tirarla. Que aunque parezca que no hay nada que hacer, todo cuenta, que lo peor es no hacer nada.
Y que si nos unimos, siempre podemos hacer algo, aunque parezca poco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Gracias por leer mis estupideces!